Te-Deum 443° aniversario de la Fundación de la ciudad de Córdoba

En la mañana de hoy 6 de Julio se llevó a cabo el Te Deum en el marco de los 443 años de la Fundación de la ciudad de Córdoba, por don Jerónimo Luis de Cabrera, la Córdoba de la Nueva Andalucía.

El momento de acción de gracias estuvo presidido por el Arzobispo de Córdoba monseñor Carlos José Ñáñez, y tuvo como lugar privilegiado la Iglesia Monasterio Santa Catalina de Siena fundada cuarenta años después que la Córdoba de Andalucía, en 1613, por Doña Leonor de Tejeda quien fundaba este histórico monasterio, el más antiguo del país.

Asistieron autoridades municipales el Intendente de la ciudad Ramón Javier Mestre y su esposa Melisa Gauchat, el viceintendente Felipe Lábaque, por la Provincia estuvo presente el Ministro de Gobierno Juan Carlos Massei. Participaron miembros del Comipaz Comité Interreligioso por la Paz entidad que fue reconocida por Monseñor Ñáñez por ser promotora de una convivencia respetuosa en la sociedad “Entidad nacida en nuestra ciudad también con la colaboración de la Municipalidad hace ya dieciocho años, es una realidad emblemática en la República Argentina y expresa y propone una convivencia respetuosa, cordial y fecunda en iniciativas en bien de todos, por parte de las distintas tradiciones religiosas y de sus adherentes”.

Primero se llevó a cabo el Te Deum como momento propio de esta liturgia, la acción de gracias por los dones recibidos en nuestra ciudad, luego el intendente Ramón Mestre leyó la oración a San Francisco de Asís, y finalmente el acto cerró con una ofrenda floral en la Plaza del Fundador frente a la Iglesia de las Catalinas.
La “Casa comun”
En la homilía monseñor Ñáñez subrayó la importancia del cuidado de la “Casa común” en referencia a la encíclica del Santo Padre sobre la creación “Laudato si”, “Esa dedicación y diligencia deben manifestarse entre otras cosas en el “cuidado de la casa común”, como nos invita el Papa Francisco en su encíclica “Laudato si”. Un cuidado que implica tener una ciudad bien ordenada, limpia, con los servicios necesarios adecuadamente prestados y en donde todos los habitantes, autoridades y ciudadanos en general, procuran ser respetuosos y observantes de las leyes y normas que organizan y regulan la convivencia civil”.

En este sentido destacó “Es inevitable que en ese uso y cuidado de la casa común surjan dificultades y conflictos entre los habitantes de una ciudad. La reciente enseñanza de la Iglesia, a través de la palabra del Papa Francisco, nos invita a no ignorar los problemas, “a no mirar para otro lado”, “a no pasar de largo” junto a ellos evitando reconocerlos y solucionarlos; al mismo tiempo, nos invita también a no “sumergirnos” en ellos a tal punto de quedar atrapados en los mismos, sin capacidad de encontrar caminos de salida; al contrario, nos propone abocarnos a su tratamiento y solución de manera que el logro conseguido, quizás con mucho esfuerzo, constituya un paso para iniciar un nuevo proceso”.

Dialogar
En el mensaje Monseñor Ñáñez señaló a las autoridades presentes y a toda la ciudadanía, la importancia del diálogo como herramienta indispensable para el tratamiento honesto y búsqueda de soluciones a los problemas: “La existencia inevitable de los conflictos en la vida de las personas y de las instituciones,  debe animar a un diálogo constante, laborioso y sin presiones de ningún tipo por parte de todos los afectados. Es a través del diálogo es como se encuentran las soluciones y, como enseñaba san Juan Pablo II, ésa es la manera más conforme a la dignidad de toda persona”.

A su vez, enfatizó “Dialogar de veras supone ante todo escuchar con atención y hablar en el momento oportuno, con la convicción que puedo aprender algo de los demás y que puedo aportar algo que contribuya a encontrar puntos de entendimiento, de acuerdo y de solución. A ese esfuerzo de diálogo, respetuoso, sin presiones ni chantajes, debemos sentirnos comprometidos los habitantes de esta ciudad, autoridades y ciudadanos, para construir juntos una Córdoba que sea verdaderamente nuestra “casa común” en la que realmente valga la pena vivir.

Para leer el texto completo de la homilía de Monseñor Ñáñez ingresar en la página del Arzobispado de Córdoba.  http://www.arzobispadocba.org.ar/      (Fotos: Carolina Pedri)

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